Ojeo con Perdiz Roja
Tenemos más de 80 combinaciones diferentes de ojeos de perdiz roja, sin repetir la misma área de caza, con diferentes escenarios y diferentes tipos de orografía, distribuidos en:
Ojeos llanos tradicionales donde la perdiz ha de remontar con bravura por encima de los puestos, con vuelos de altísima calidad, recomendable para todos los niveles de cazadores.
Ojeos con ondulaciones medias y pequeños quebrados o barrancos, muy aconsejables para cazadores medios, donde la perdiz entra muy rápida sorprendiendo al tirador, pero a la vez con gran oportunidad de visión para acontecer el vuelo de la perdiz.
Ojeos con grandes quebrados o barrancos, recomendados únicamente para cazadores profesionales y exigentes, con vuelos de altura entre 60-100 metros donde la perdiz y cazador se baten en duelo. En este tipo de ojeos, las perdices suelen entrar muy altas, incluso a veces mucha perdiz entra fuera de tiro…, por lo que solo se darán este tipo de ojeos con cazadores experimentados, tratando en lo posible de realizar tiros acertados para así no dejar caza herida que días posteriores morirá.
Nuestros ojeos de perdiz roja se realizan en un estilo tradicional con perdices bravas en el campo, no son sueltas directas ni similares, solo ojeo tradicional con caballos, ojeadores, etc.
En una jornada de campo de ojeo tradicional de perdiz roja de unos 10 cazadores, el personal necesario es de 50 a 80 personas aproximadamente (según el numero de piezas a abatir), desempeñando funciones como batidores u ojeadores, jinetes, secretarios con perros, cargadores, armas, guardas, conductores 4 × 4, camareros, cocineros y muchos más.
El impacto socio – económico de la caza en estas zonas rurales desfavorecidas adquiere una importancia vital, ya que muchas familias enteras dependen económicamente de las cacerías celebradas en la zona como la única forma de vida. La modalidad de caza de perdices rojas autóctonas, conocida como «ojeo», comenzó a fines del siglo XIX. Fue gracias a la enorme pasión que el rey Alfonso XIII sentía por esta modalidad de caza, que algunas de las familias más ricas e importantes de la época se interesaron en él, extendiéndose así por toda España esta modalidad tan novedosa de caza llamada “ojeo de perdiz roja”, especialmente en el área de Castilla la Mancha, con su punto culminante en Ciudad Real y en la comarca del Campo de Montiel.
Después del reinado de Alfonso XIII comenzó un tiempo que se caracterizó por un gran esfuerzo de los propietarios de fincas de caza en España en la cría de perdiz roja autóctona, logrando grandes resultados de reproducción e impresionante abundancia de perdices rojas.
En la actualidad, la caza de la perdiz roja autóctona es conocida en todo el mundo, siendo «La Mancha», y en particular el Campo de Montiel, ubicado en Ciudad Real, uno de los destinos preferidos para practicarlo, pues la perdiz roja autóctona es “única” y solo se puede encontrar en España. Su práctica es de gran relevancia y repercusión social, posicionando a este país como destino exclusivo para aquellos cazadores exigentes que desean una alta calidad y valentía en sus cacerías de perdiz roja.
Caza en ojeo de Perdiz Roja en Ciudad Real
Cacerías de perdices en ojeo tradicional en Ciudad Real
Ojeos de Perdiz Roja con cartuchos biodegradables
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